En mi forma de pensar filosófica y cristiana, digo y pregunto: ¿Quien lleva la razón en un conflicto? Y la razón me responde: ¡YO!
Pero cuando no se tiene la honestidad de reconocer que se está luchando en contra, aparece el conflicto. Y es que la razón es “indestronable”, inamovible. Se pierde el tiempo y la energía luchando contra la razón. ¿Cuál es la verdad de cualquier asunto o conflicto? La realidad no entiende ni atiende a cabezotas y tontos que se empeñan en luchar contra ella. Hoy vemos por doquier a muchos luchando contra la razón, van perdiendo el sentido común, la sensatez y la cordura, dejando claro que con la sabiduría no se juntan. ¡Compañeros y compañeras vamos derechos al precipicio pero no importa, si vamos unidos atenuaremos el golpe! Pero resulta que la realidad no entiende de ilusos, y menos la ley de la gravedad, el golpe será mortal.
“Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad.” 2 Corintios 13:8